ANGELSALCEDO.COM.VE - La actitud que tengamos ante la vida, define en gran medida el éxito que logremos en nuestros propósitos. En otras palabras, la actitud correcta, te lleva al éxito, la actitud incorrecta te lleva al fracaso. Y la actitud promedio, te lleva a la mediocridad.
Es así de simple, no hay mucho que pensar en este tema de la actitud, dado que es quizás el punto de inflexión en el logro de los propósitos personales de cada persona. Entonces cuando hablamos de éxito financiero, la actitud juega un papel tan importante, como lo serían las transacciones y posibles negocios a realizar por parte del emprendedor o empresario.
Es aquí donde nos preguntamos:
“Entonces, ¿Cómo debe ser mi actitud para yo poder lograr el éxito?”
Y la respuesta es muy simple, debes tener ACTITUD GANADORA. Pero antes de continuar, hablemos de lo que implica, tener una actitud ganadora:
¿Qué Significa Tener Una Actitud Ganadora?
Significa básicamente, ser optimista, sin ser iluso. Es decir, pensar en las posibilidades que tenemos de ganar, de triunfar, de lograr el éxito, sin que eso implique soñar con situaciones y condiciones utópicas. Tener una actitud ganadora, implica ver mucho más allá de la simple realidad que se presenta ante nuestros ojos, y tener proyección ante la vida.
En resumidas cuentas, un ganador tiene una actitud de logro y de acción ante las situaciones. Un perdedor por lo regular va a estar enfrascado en todas las posibles fallas que puedan presentarse. En todos los posibles errores que pudiesen salir a flote y en cómo cubrir dichos riesgos con garantías o cuestiones similares.
Realmente, es importante la prevención, pero una cosa es querer garantizar la tranquilidad futura, y otra es la paranoia. Lo mismo aplica para personas como tú y como yo, que queremos ser exitosos, y que quizás contamos con ideas de negocios, emprendimientos o al menos con el deseo ardiente por superarnos y adquirir nuestros más grandes potenciales (independientemente de que sepamos o no, cómo algo así).
Y esto, es debido principalmente a que somos nosotros con nuestras actitudes, los que creamos las condiciones necesarias o aptas para el éxito, el fracaso o la mediocridad. Esto quiere decir, que si te enfocas en todo aquello que puede salir mal y no haces más que analizar los escenarios hipotéticos en los que fracasarías… tus acciones (con base en tu actitud) estarían guiadas por la mentalidad del perdedor, y las decisiones que tomes en el camino irán acordes a tus pensamientos dominantes.
Subconscientemente, debemos validar nuestras creencias con nuestras acciones. Es por esto que si queremos ser ricos, pero internamente creemos que es malo ser rico, entonces saboteamos todo intento de generación de riqueza. Idealmente, deberías validar tus creencias internas con tus acciones, de manera que tu actitud (que es la unión de ambas cosas) esté alineada con deseos de éxito y triunfo total.
Si logras desarrollar una actitud ganadora, y finalmente la interiorizas al punto de convertirla en un sistema de creencias, tendrás una posición de autoridad ante ti mismo para definir la Creación de hábitos de éxito, y a través de tus acciones enfocadas, cristalizar las situaciones que te llevarán indefectiblemente a triunfar.
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