ANGELSALCEDO.COM.VE - Alcanzar nuestros objetivos personales en la vida, depende mucho que tan arraigada tengamos esta idea en la mente. Hay personas a las que naturalmente la vida les sonríe, que el destino parece orientado a cumplir sus objetivos y que siempre marchan alegres y optimistas, tomando por derecho divino todo lo que la vida les ofrece.
Pero su éxito no se basa en solo suerte, ya que siempre están alertas a las diversas oportunidades que puedan aparecer y cuando llegan simplemente se las apropian, no se quedan a esperar un golpe de suerte o que su destino cambie de la noche a la mañana, al contrario, son constructores de su propia vida.
Estas personas todas las mañanas se levantan con el ánimo suficiente de "comerse el mundo", salen con la disposición que todo salga de la mejor manera posible, saludan a su familia y amigos con una gran sonrisa, dicen bromas y a la mayoría les agrada su forma de ser. Son personas apasionadas y ponen alma y corazón en todo lo que hacen.
El miedo es la piedra con la que nos tropezamos y que nos impide alcanzar nuestros objetivos de vida. Cuando estamos temerosos, tenemos tanta cautela que al final, dejamos de actuar con seguridad y este mismo miedo nos paraliza, dejando de actuar con un buen juicio ya que damos el peso de nuestras decisiones a factores externos a nosotros, que están fuera de nuestro control.
Si quieres superarte, tu mente se debe centrar en lo más grande que quieras alcanzar, en que tus objetivos se cumplan, más que pensar en lo malo o negativo que pueda suceder. Si empiezas a programar tu mente en lo grande y espléndido que quieras hacer, podrás aprovechar mejor las oportunidades para el cumplimiento de tus objetivos.
Empieza imaginando en tu mente la persona capaz que quieres ser y empieza a centrar tus pensamientos en buscar transformarte cada hora en aquella persona que te gustaría ser. Ante todo, debes preservar una actitud mental correcta que te llene de coraje, valentía y buen ánimo para afrontar los diversos retos en tu vida.
No temas ser malinterpretado; Y nunca pierdas un momento pensando en tus enemigos. Trate de fijar firmemente en su propia mente lo que te gustaría hacer, y luego sin violencia de la dirección se moverá directamente a la meta.
Todas las cosas vienen a través del deseo y cada oración sincera es contestada. Nos volvemos lo que aspiramos ser en nuestro corazón. De nada valdrá que los demás te puedan decir que tienes talento o eres inteligente si tú no lo crees, porque parte de ti no acepta que puedes constituirte en una persona extraordinaria. Estamos tan acostumbrados a ver todo desde una mirada negativa que cualquier mensaje positivo lo terminamos rechazando.
Muchas personas no toman en cuenta este punto lo suficiente para que moldee sus vidas. Queremos tener buenos amigos pero no hacemos el menor intento por conocer gente nueva ni ser nosotros mismos buenos amigos. No podemos exigir lo que careceremos ni podemos pensar que conoceremos buenas personas si permanecemos encerrados en cuatro paredes.
Para tener buenos amigos debemos empezar por serlo nosotros mismos, pero al mismo tiempo, contando con la suficiente capacidad de ser autosuficientes para también cuidar de cada uno y luego, podemos tener la capacidad suficiente de ayudar a los demás. Toma esto en cuenta, si no te cuidas, no te valoras, no te aprecias a ti mismo, es difícil que puedas ayudar a otras personas ni ayudar a los demás.
La persona que busca amigos pero no se ama a si mismo, nunca podrá apreciar la importancia de tener una relación sincera y desinteresada con otra persona. Así mismo, la amistad no debe acompañarse de soberbia y egocentrismo, que haga que mires a los demás sobre tus hombros, pensando que eres superior. Si sabes brindar tu amistad sincera y desinteresada, podrás cultivar relaciones armoniosas y duraderas.
En la vida debemos buscar mantener una actitud positiva y optimista, porque al final, todo a lo que terminamos temiendo quizás nunca suceda, y hemos perdido tiempo valioso con miedo e inseguridad que nos paraliza a realizar cualquier acción. Aprende a vivir el presente y el día a día con mucho optimismo. Recuerda que tu carácter se forjará y fortalecerá como resultado de dos cosas, tu actitud mental y la forma como pasas tu tiempo, ya que es lo que pensamos y hacemos lo que nos define como somos.
Porque si tienes fe en lo que está por venir e intentas ver tu vida con optimismo, pensando más en planes que en problemas, o en sueños que en miedos, sentirás la energía suficiente para enfrentar el día a día. Piensa, ¿qué ganas estando amargado/a? ¡nada!, al contrario, con el mal humor y el negativismo no contribuyes de ninguna forma a tu superación personal. Intenta transformar tus miedos e inseguridad en algo positivo y busca siempre el propósito de tu vida.
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