ANGELSALCEDO.COM.VE - Haciendo referencia a la cita de Shakespeare anteriormente señalada “sabemos lo que somos pero no lo que podemos llegar a ser” nos daremos cuenta de que en la actualidad, esta idea no se cumple. Las personas nos pasamos la vida soñando con lo que deseamos ser, con aquello que nos gustaría alcanzar, pero en realidad, nos olvidamos de algo: de practicar el auto-conocimiento.
Carl Rogers ya escribió sobre ello en su momento: “solo cuando me acepto tal y como soy, puedo cambiar, puedo mejorar”. Es necesario tenerlo en cuenta, el amor propio implica por encima de todo dejar a un lado el “yo debería ser” hacia el “yo soy”. Solo así nos conferimos ese brillo personal que hasta no hace mucho, habíamos llenado de sombras.
Otro aspecto a tener en cuenta, y que sin duda no siempre ponemos en práctica es el de la autosatisfacción. Disfruta de ti mismo, aprecia lo que eres, lo que has hecho e incluso los errores dejados atrás. Todo ello configura un precioso “mándala“ donde se contiene todo tu ser en continuo crecimiento.
Deléitate con cada una de las tonalidades de tu vida, de cada forma, de cada movimiento. Es una creación propia que te define y que debe inspirarte cada día. Queda claro que en nuestra existencia no podemos aspirar a una total satisfacción personal, pero mereces y debes luchar por conseguir al menos un 80%.
Porque recuerda, cuando menos nos aceptemos más necesitaremos de la aceptación de los demás, y nadie, absolutamente nadie, merece este tipo de esclavitud mental y social.
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